La Girona misteriosa

Girona, la ciudad de los cuatro ríos, ha preservado desde siempre un halo de misterio, ya sea por la presencia de una espesa niebla durante las noches y madrugadas de húmedos otoños como por la sombra alargada de una catedral que se manifiesta imponente por encima de las casas y los tejados. He aquí algunas de estas leyendas y curiosidades que pueden entretener tanto al visitante ocasional como al mismo residente con algo de tiempo libre para dedicárselo.

8 misterios que ver

1. La bruja de la Catedral

Se trata de una gárgola de la Catedral, situada cerca de la torre de Carlomagno. Aunque normalmente las gárgolas de todo el mundo suelen tener ornamentaciones de vegetales o de monstruos, ésta es excepcional puesto que representa una figura femenina con la cabeza cubierta con una toca y un pergamino en sus manos.

La leyenda dice que era una bruja que solía tirar piedras a los curas y canónigos durante la procesión por el Corpus hasta que un día sus fechorías enojaron a Dios y éste la castigó convirtiéndola en piedra a través de la maldición divina: Piedras tiras, piedras tirarás, en piedra te convertirás”. Más recientemente, la novela “La bruixa de pedra” de Miquel Fañanás desarrolla una historia donde se explica quien era aquella mujer, como se llamaba y porqué realmente está inmortalizada en piedra en una de las paredes de la seo gerundense.

Para ver esta pieza escultórica o tomar fotografías de ella, el lugar idóneo son los Jardines de la Francesa, justo detrás del ábside catedralicio.

Bruja de la Catedral

2. Un Dalí del s. XVIII

Si el visitante sube los 99 peldaños catedralícios, se sitúa delante la puerta principal y contempla las piezas escultóricas barrocas que la adornan, probablemente tenga un sobresalto al ver en la parte superior izquierda el busto de Salvador Dalí que lo contempla con unos ojos muy abiertos y su característico e inmenso bigote. Resulta sin embargo, que la escultura es de comienzos del siglo XVIII. ¿El escultor era un visionario?

Dalí en la Catedral

3. ``La Leona``

Al final de la calle Calderers se encontrará con el símbolo más característico de la ciudad: la leona encaramada a una columna de piedra.

Es una costumbre muy arraigada que el primer requisito del visitante sea el de besar el culo de la leona.

Cumplir este requisito es garantía de sentirse bien acogido y de repetir la visita a la ciudad. Se besa una copia.

El original de esta pieza escultórica puede admirarse en el Museo de Historia.

La Lleona

4. Morderse la lengua

Puede que el único detalle interesante del edificio consistorial (Plaza del Vi) sea la figura que adorna la parte superior de la puerta de acceso a la sala de plenos. Se trata de una figura esculpida en piedra del año 1605 que representa a un hombre en actitud de morderse la lengua. Una imagen llena de simbolismo que recuerda a los concejales que a menudo es necesario y forzoso morderse la lengua antes de decir según que animaladas o improperios en el transcurso de los debates municipales.

Morderse la lengua

5. “Banyeta”

También en la Plaza del Vi y en su esquina con la calle Ciutadans podemos ver esculpida en piedra una imagen curiosa i enigmática. Se trata de una figura con cuernos que según algunas versiones podía dar a entender que en aquel lugar se ejercía la prostitución.

En este caso, sin embargo, la explicación no parece verosímil puesto que el edificio que alberga la figura había sido sede de la Generalitat y anteriormente administración de aduanas. Una hipótesis más plausible  sostiene que la cara representa a Baphomet, ídolo de aspecto diabólico al que rendían culto los miembros de la orden del los templarios que antiguamente habían tenido su sede en este inmueble.

Banyeta

6. Plaza ``dels Raïms``

Está situada detrás de la Rambla y se accede a ella por la Cort Reial, en plena Girona medieval. No es fácil encontrar paseantes en ella y siempre suele estar tranquila y solitaria puesto que incluso muchos gerundenses desconocen su existencia. Pero esta plaza tiene una singularidad que la hace muy especial: ¡Con sus 24 m2 está considerada la más pequeña del mundo! El origen de su nombre (Raïms) responde a la tradición secular de denominar plazas y calles de acuerdo con la actividad que en ellas se desarrollaba, en este caso, el mercado de la uva. Es un espacio cerrado y oscuro con solo dos escaleras de vecinos.

Plaça dels Raïms

7. El plano de París

¿Qué representa un plano de París pintado en uno de los techos de los porches de la Rambla? El 12 de marzo de 1985 cuando se estaban realizando obras de rehabilitación en la casa número 42, los operarios descubrieron unos dibujos que parecían esconder un plano de calles. Una vez completada la restauración se puso al descubierto un magnífico plano de la ciudad de la luz pintado y detallado en el techo de los porches. El misterio sin embargo no era tal. Muy pronto pudo saberse que la pintura era un reclamo publicitario de una tienda abierta a finales del siglo XIX conocida popularmente como “La Parisién” dedicada a la venta de artículos de corsetería. Si el visitante pasea debajo los porches, cuando llegue al final de la Rambla es conveniente que se detenga un instante, alce la vista y tendrá una visión inédita de París.   

El plano de París

8. Monjes asesinos

Sin moverse de debajo los porches de la Rambla de la Llibertat, nos encontramos con unas diminutas figuras en relieve simulando unos capiteles que suelen pasar desapercibidos tanto por el visitante como por los ciudadanos en general. Se trata de unas pequeñas esculturas en piedra del siglo XVII que representan a un hombre caracol, un músico con un saco de gemidos y una figura con alas de murciélago. Simbolizan a los tres monjes de Banyoles que fueron ejecutados en el año 1622 por haber asesinado a su propio abad al haberles recriminado éste su vida amoral.

Monjes asesinos