Esta iglesia fue durante algún tiempo la catedral de la ciudad. Fue construido entre los siglos XII y XIV. Tiene un estilo arquitectónico peculiar y esbelto y una nave gótica con una capilla dedicada al santo patrón de la ciudad “Sant Narcís” con su tumba. Dentro de la iglesia se pueden ver algunas tumbas cristianas tempranas (siglos II-IV después de Cristo) y un Cristo yaciente considerado una obra maestra en la escultura gótica catalana.

“Sant Narcís” y las moscas: en septiembre de 1286 el rey de Francia Philipe III y su ejército sitiaron Girona y cuando las tropas llegaron a la ciudad se comportaron muy vergonzosamente, robando y maltratando a los ciudadanos de Girona hasta asaltar las iglesias mientras se burlaban de sus objetos de culto. En medio de tal desorden, profanaron la tumba de Sant Narcís que se guardaba en la colegiata de San Feliu, le rompieron el brazo y destruyeron el resto. Fue en este contexto que, según la leyenda, del cuerpo de Sant Narcís aparecieron algunas moscas gigantes que comenzaron a golpear a los soldados franceses y a sus caballos, causando furiosa estampida general y muchas muertes.